El tema que hoy traigo a Reflexiones en me lleva molestando desde hace tiempo. Este título, quizás sugiera que me vaya a referir a un tema de cierta metafísica social o algo más complejo, pero nada más lejos de la realidad. Sobre lo que voy a hablar es de lo maja que es la gente que va andando por la calle.
Me explico, hay ocasiones en las que, por lo estrecho de las aceras o por los grandes grupos de personas, ocurre un inevitable cruce en la misma acera en el que, por fuerza, una persona tiene que apartarse para dejar pasar a otra que viene en la diracción contraria. Bien, parece que no hay problema ninguno en principio, pero es que a veces y desde lejos, se montan duelos al estilo oeste donde el que pierde es el que deja pasar.
Ahora bien, dejando a un lado estos retos que sin duda surgen, ¿cómo sabemos quién debería apartarse? Yo tengo unos de supuestos en los que lo veo bastante claro y en los que siempre me he tenido que apartar yo, que era el menos indicado. Voy con ellos:
El primero de ellos es cuando el que tienes enfrente va a una velocidad bastante mayor a la tuya, por ejemplo corriendo. Lo lógico es que el que maniobre y se aparte sea el que va más despacio porque lo tiene mucho más fácil que el que corre. ¡Pues no! Me ha ocurrido infinidad de veces en las que he salido a correr, en los que la gente, lejos de apartarse se ha llegado a poner estratégicamente para molestar más (y no exagero). Un ejemplo significativo fue una vez en la que iba corriendo y había dos mujeres con sendos perros patada cada un; curiosamente el camino estaba libre y cuando me vieron llegar se distribuyeron en el camino de tal modo que entre ellas y los perros ocupaban todo el ancho. De todos modos será una manía de cierta gente que no hace deporte, que debe tener envida de los que sí lo hacemos.
Otro es cuando el enfrentamiento se produce entre tres o cuatro personas frente a una. Lo normal que cabe pensar es que se aparte alguna de las cuatro, porque si no el que va solo se tiene que salir de la acera. ¡Ah no! Es un caso que me pasa casi todos los días volviendo a casa, en una acera tan estrecha que a lo sumo caben 3 presonas juntas apretujadas y yo vuelvo solo. Pues bien, en sentido contrario hay días en los que debe salir mucha gente de alguna nave (industrial) o así que se cruza conmigo en grupos de tres apretados, me ven y tan sólo hubo una vez que se apartó uno, el resto de veces (muchas) me he tenido que salir casi a la carretera.
El último supuesto que me ha ocurrido a mí es alguna ocasión en las que he ido por la calle leyendo un libro, ya sea por lo interesante que estaba o por que me quedaba poco por acabarlo. Pues cuando me crucé con alguien ¿quién se tuvo que apartar?¡Acertaste! Yo lo que veo normal aquí es que el que se aparte sea el que va atento y viene viendo de lejos a una persona leyendo un libro, porque esta persona va más a lo suyo y a lo mejor no se entera. Pues nada, vuelve a entrar ese complejo de duelista, y encima no te apartes que hay bronca.
Termino diciendo, después de todo esto, que no es que me crea más que los demás como para que se tengan que apartar ante mí, es que en esos casos lo veo justificado. Soy yo el primero que se aparta en estos casos si soy el que no va corriendo, el que va en grupo o el que no va leyendo. Y en el resto también, por lo que toca.
Una vez hecha la protesta, os dejo una canción estilo progressive trance, cuyo título contesta a la pregunta que planteaba en el título (valga la redundancia) de esta entrada. Se trata de People just don´t care (a la gente simplemente no le importa), de Airwave. Disfrutadla:
Le cuesta arrancar, lo principal comienza sobre el minuto 4:03, pero ¡qué leches!, de eso se trata en el progressive trance.
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