Dentro de un mes, se celebrará el 20 aniversario de la publicación de “Nevermind” de Nirvana. Por supuesto, su discográfica no dejará pasar la ocasión y ya ha anunciado el lanzamiento de una reedición especial, que promete dar una nueva perspectiva al álbum (si Kurt Cobain lo viera, a saber qué diría...). Aunque en la década pasada ésto hubiese supuesto un gran revuelo, lo cierto es que pocos de los que nacieron después de 1985 conocen algo del grupo que revolucionó musical e ideológicamente los 90.
Para empezar, hablar de Nirvana es hablar de “Smells like Teen Spirit”
(¿a que ahora ya os suenan?)
Este tema supuso su salto al éxito. A pesar de ello, el interés repentino que suscitaron y el acoso al que se vieron sometidos, aceleraron el declive personal y profesional de los miembros de la banda: Kurt Cobain se metió cada vez más en el mundo de las drogas y comenzaron las disputas con Dave Grohl y Krist Novoselic por los royalties del álbum. A menudo se les veía en las portadas de las revistas protagonizando algún escándalo y su discográfica ya no estaba tan preocupada por promocionar su música como de explotar el filón económico que tenían a mano.
Sin embargo, Nirvana fueron mucho más que teen spirit.
En 1989, reunieron los 600$ que necesitaban para grabar y lanzar su primer álbum con una discográfica independiente de Seattle. Sin embargo, “Bleach” sólo alcanzaría el reconocimiento tras ser reeditado en 1992. Al no tener la presión de ser ídolos de masas, la mayoría de los temas son fieles al sonido grunge de la Costa Oeste de Estados Unidos (sirvan de ejemplo “Negative Creep” y “School”); pero también se incluyen algunos guiños a la música pop (especialmente infuenciado por los Beatles) como ocurre con “About a girl”. Eso sí, que nade busque un sentido a las letras: la música siempre iba primero y ocupaba la mayor parte del tiempo dedicado a componer; las letras, en muchos casos se añadían unas pocas horas antes de la grabación.
“In Utero”, su último álbum, fue un éxito de ventas inmediato. Probablemente el tema más conocido es “Heart-Shaped Box”, aunque otros pasaron a la posteridad como el controvertido “Rape me” o “Pennyroyal Tea” (que iba a ser lanzado como single el mismo mes que Kurt Cobain fue encontrado muerto).
Por lo general, uno piensa en drogas, sexo y rock and roll cuando se trata de Nirvana, pero quizás eso sea debido a que el mensaje que querían transmitir quedó eclipsado por su fama: y es que no se podía ser fan de Nirvana y ser racista, sexista u homófobo. Además, solían aprovechar cualquier concierto o entrevista para lanzar mensajes pacifistas y fueron los abanderados en la defensa del Medio Ambiente (al fin y al cabo, ¿quién hablaba de ecología a principios de los 90?).
En definitiva, sólo nos queda preguntarnos qué más hubiese podido aportar esta banda de no haber sido por la muerte prematura de Kurt Cobain (por cierto, es un miembro del club de los 27, del que se habla mucho últimamente a raíz de la desaparición de Amy Winehouse). Casi seguro, hubiesen tenido mucho que decir en los tiempos que corren (a través de la música, claro).
Por si todavía a alguien tiene dudas de su talento, aquí os dejo un último argumento:
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