Es ya verano y han sido, están siendo o próximamente serán las fiestas de unos y otros pueblos. Si hay algo que tienen en común estás fiestas, aparte de la proximidad en sus fechas es: el olor a fritanga del malo, las atracciones que tanta confianza dan, juergas hasta altas horas del mediodía siguiente...
...y hasta hace algunos años una canción de la que todo el mundo conoce el estribillo. Y, ¿qué canción es ésta? Nada más y nada menos que El gato volador. Recuerdo ese ritmillo en mi cabeza en clase y la verdad es que nunca supe cómo llegó allí por primera vez, pero la conclusión a la que llegamos es que era una canción que ponían en las fiestas de todos los pueblos. Lamentablemente, una canción con tanta profundidad y tan cuidada como esta empezó a incluirse en los recopilatorios de Reguetón, un género posterior y con el que nada tiene que ver.
De todas formas, desde este blog quiero recordar esa canción, que todavía hay días que empieza a rondarme la cabeza sin previo aviso:
Atentos al vídeo porque hay un momento en el que se escucha de fondo "porquería de canción"
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